¡Ring, ring! Onomatopeyas
- Miriam Plaza
- 11 may 2020
- 2 Min. de lectura
Las onomatopeyas son palabras que imitan un sonido, pero… ¿por qué este recurso que a primera vista puede resultar tan simple resulta tan enriquecedor?
Las onomatopeyas son una extraordinaria herramienta para estimular el lenguaje en los niños y es que a la vez que están jugando ejercitan los órganos fonoarticuladores. En un primer lugar los niños deben prestar atención a sonidos que no son reproducidos por el lenguaje humano, ayudando al alumno a agudizar el oído y con ello su discriminación auditiva. Después el alumno tiene que imitar y articular esos sonidos, intentando dentro de su repertorio fonológico ajustarse al sonido escuchado. Y por último el alumno consigue reconocer y asociar ese sonido (reproducido por nosotros) al sonido real de un objeto, animal, vehículo, etc.
Estas tarjetas de onomatopeyas son de Orientación Andújar, para descargar pinchad aquí.
¿Cómo jugar con las tarjetas?
Se pueden utilizar de múltiples maneras:
Se muestran las tarjetas de una en una y el alumno debe reconocer de que sonido se trata.
Se pueden poner todas repartidas por el suelo, después el adulto reproduce un sonido y el niño coge la tarjeta que se ajusta a ese sonido. También se pueden cambiar los papeles y que el niño sea el que dirige la actividad.
Se pueden poner audios de sonidos reales para que el alumno los asocie con las tarjetas.
Podemos preguntar ¿cuándo escuchan ese sonido? Fomentando y dando pie a la expresión oral.
Se puede poner la tarjeta en la frente del niño y que el adulto le reproduzca el sonido para que el niño adivine. Y viceversa, siendo el adulto el que tiene la tarjeta en la cabeza.
Etc. Hay miles de combinaciones y de actividades que se pueden realizar y hacer con estas tarjetas de onomatopeyas.
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